Publicado el 4 de octubre de 2024
El desarrollo de la prensa de pruebas flexográficas revolucionó la industria de la impresión flexográfica, permitiendo pruebas de alta calidad y rentables. Inicialmente dominada por el proceso de huecograbado desde 1879, la tecnología de impresión se enfrentó a desafíos con la costosa y lenta producción de cilindros. Las primeras prensas de pruebas se desarrollaron para verificar la calidad antes de la producción en masa, sentando un precedente para las pruebas en la industria.
A principios de la década de 1940, surgió la impresión flexográfica, pero carecía de la precisión de la impresión por huecograbado hasta los avances de la década de 1980. Al principio, la impresión flexográfica de un solo color no justificaba el coste de las pruebas. Sin embargo, a medida que la impresión flexográfica evolucionó hacia procesos multicolor, se hizo evidente la necesidad de realizar pruebas para garantizar la calidad y minimizar los errores de producción.
John M. Heaford desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de las prensas de prueba flexográficas. A principios de los años 80, Heaford creó una máquina para la industria de revestimientos de paredes que permitía realizar múltiples muestras de color sin interrumpir la producción. Esta máquina inicial utilizaba un gran tambor de acero con una manta de goma, adecuada para las necesidades de la industria en ese momento.
En 1985, Heaford introdujo una prensa flexográfica de diseño alfa que incorporaba un rodillo de impresión de diámetro pequeño y alta tolerancia para controlar las ganancias de punto. Este diseño condujo al uso de microscopios de gran aumento para el posicionamiento preciso de las planchas, que luego evolucionaron hacia Tecnología MicroDot con cámaras de gran aumento.
La prensa de pruebas flexográficas ganó fuerza en el mercado de los envases flexibles, permitiendo a los impresores y a las empresas reprográficas verificar las planchas antes de la producción, reduciendo el desperdicio de material y aumentando la eficiencia. Entre los primeros éxitos se encuentra una máquina para DSS de Liverpool, que se especializaba en planchas para el mercado de las bolsas de papel, que confirmaba la precisión de las planchas y eliminaba errores costosos.
A medida que la tecnología de impresión flexográfica avanzaba, Heaford desarrolló máquinas de mandril en voladizo para la tecnología de manguitos y adoptó la tecnología de servoaccionamiento para lograr una mayor precisión en las pruebas en longitudes más largas. Estas innovaciones permitieron el comercio internacional, con pruebas enviadas a las sedes centrales de las marcas globales para su aprobación, lo que agilizó el proceso de aprobación y redujo los costos.
A pesar del auge de las pruebas digitales, que ofrecen indicaciones básicas sobre el diseño del trabajo, las prensas de prueba flexográficas tradicionales siguen siendo esenciales para obtener resultados de producción precisos debido a las muchas variables del proceso flexográfico.
Descubra la gama completa de Heaford aquí Prensa de pruebas flexográficas – Heaford (jmheaford.com)